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Diario Medico - 25 aniversario

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25 años de hitos en ayuda humanitaria

Isabel Gallardo Ponce

Las grandes crisis acaecidas en el último cuarto de siglo han marcado los cambios en la ejecución, la formación y la organización de la acción humanitaria. El futuro requiere separar la agenda política de la humanitaria, mejorar la formación y el acceso a las víctimas.

Los profesionales sanitarios que se dedican a la ayuda humanitaria en salud buscan que la población que sufre, bien sea por un conflicto bélico, por un desastre natural o por unas condiciones socioeconómicas desfavorables, tenga derecho a recibir ayuda, como parte de un derecho humanitario fundamental.

Para analizar cómo ha cambiado la acción humanitaria desde que hace 25 años se fundara Diario Médico, Íñigo Vila, responsable de la Unidad de Emergencias de Cruz Roja; Pilar Estébanez, presidenta de la Sociedad Española de Medicina Humanitaria (Semhu); Ricardo Angora Cañego, psiquiatra y miembro de Médicos del Mundo; Yolanda López, directora técnica de la Fundación de Colegios de Médicos para la Cooperación Internacional de la Organización Médico Colegial, y David Noguera, presidente de Médicos Sin Fronteras (MSF), han debatido en la sede de DM, cuáles son los hitos que han llevado a la acción humanitaria a ser lo que es.

Esos puntos de inflexión vienen marcados, en general, por grandes crisis humanitarias, que han llevado al análisis de las prácticas emprendidas, a su evaluación y a la reflexión, lo que ha generado “lecciones aprendidas para mejorar la respuesta humanitaria en el sector de la salud”, ha dicho Angora.

Él y Noguera coinciden en iniciar este recorrido del último cuarto de siglo en los Balcanes. Las poblaciones sitiadas plantearon el problema de la falta de equipamiento sanitario, de fármacos... “En esa etapa se establecieron los corredores humanitarios, que permitieron abastecer a la población”, ha dicho Angora. Estébanez ha recalcado que esos corredores fueron la primera muestra de coordinación cívico-militar. En ello no coincide Noguera, puesto que MSF no comulga con esa colaboración; sí afirma, en cambio, que “es verdad que los Balcanes pusieron encima de la mesa los corredores humanitarios y, en general, cuestionaron el papel de las ONG en términos de protección, de los enclaves... ”. Sin embargo, los Balcanes marcaron otro hito importante: el comienzo de la atención psicológica y social más allá de la asistencia quirúrgica. No obstante, según Angora, no fue hasta 2007 cuando se puso el acento en la asistencia de la salud mental en las intervenciones de emergencias con la publicación de las Guías IASC.

Las grandes crisis han supuesto lecciones aprendidas que han permitido mejorar la asistencia

Estébanez ha recordado que Diario Médico se funda en 1992, y en ese año se crearon la European Civil Protection and Humanitarian Aid Operation (ECHO), de la Comisión Europea, y la United Nations Office for the Coordination of Humanitariam Affairs (OCHA). “Así comenzamos a aplicar los principios y la ley humanitaria, que se convertirá en nuestra ética”.

El genocidio de Ruanda, en 1994, marca otra etapa en la asistencia humanitaria, ya que, en palabras de Estébanez, “se montaron grandes hospitales y se tuvieron grandes fallos en el cumplimiento de los principios humanitarios. La ética humanitaria falló”. En el caso de Cruz Roja las lecciones aprendidas en la región de los grandes lagos supusieron una inflexión, no sólo en la comunidad internacional sino en la organización: “Marcó nuestros últimos veinte años en el proceso de preparación para la respuesta, la estandarización de la formación, del equipamiento, y la forma de trabajo”.

Así se pautó la creación de unidades especializadas con perfiles concretos, profesionales formados para la ocasión, y la estandarización de las intervenciones para ofrecer una acción humanitaria de mayor calidad y eficacia. “Con la obligación de pasar esos cursos de formación para salir a terreno y trabajar como expatriado en cualquier ámbito”, ha añadido Vila.

“Ruanda es un paradigma del fracaso internacional absoluto. Allí MSF perdió a 250 compañeros en el genocidio. Es de las memorias más dolorosas de la organización, pero también puso encima de la mesa el debate de la protección del personal”, ha recordado Noguera. Angora ha añadido que desde Médicos del Mundo se toma el año 2000 en Afganistán como el momento en el que las ONG pasan de ser un interlocutor en los conflictos a un objetivo. Según Noguera, hay una relación causa efecto entre la intervención militar, la instrumentalización de la ayuda humanitaria y el deterioro de la seguridad: “Tiene que ver con Colin Powell diciendo que las ONG son un elemento replicador de la agenda política americana en Afganistán. Eso nos legitimó como dianas”. El hecho de que muchos supuestos contingentes humanitarios acompañen al ejército provoca la identificación de la asistencia como un objetivo.

Los Balcanes, Ruanda, Afganistán, el Tsunami o Haití han ido añadido requisitos a la capacitación y formación de equipos y profesionales

Personal sanitario, objetivo militar


En los últimos años, muy especialmente en Siria y en Yemen, ha saltado a la palestra internacional el ataque indiscriminado y repetido a instalaciones sanitarias en zonas de conflicto. El Comité Internacional de la Cruz Roja puso en marcha la campaña , “para aumentar la sensibilización y proteger al personal sanitario. Ya no se trata únicamente de la búsqueda del expatriado internacional, sino que ahora no importa la nacionalidad ni la organización. Las cifras son escandalosas”, ha añadido Vila.

En el caso de MSF, en 2015 sufrieron 100 ataques, y 70 en 2016. “Esto no es un daño colateral en un conflicto, que más o menos entraba en la ecuación anterior”. En mayo de 2016 el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó la resolución 2286 sobre asistencia médica en conflictos armados, “que garantizaba la protección de la misión médica, de los hospitales, los pacientes y el personal de la salud. Eso ha quedado en papel mojado. A veces conseguimos pequeñas victorias. Por ejemplo, tras los bombardeos en Abs, Yemen, negociamos al máximo nivel y hemos podido volver a Abs pero en Siria es imposible. Allí se ponen en práctica tácticas particularmente crueles como el doble ataque, lo que significa que tras un ataque vuelven a bombardear en 20-30 minutos el mismo lugar porque saben que los equipos de socorro irán a ese hospital. Es un cambio de paradigma y, para nosotros, un riesgo sistémico. Es obvio que la población en guerra es la más afectada y se quedan sin asistencia, pero es poco lo que podemos hacer”, ha puntualizado Noguera.

Ese cambio de paradigma, según López, se ha producido porque ya no se respetan “ni los emblemas humanitarios ni el derecho internacional humanitario ni hay una condena internacional. Ahora no hay voluntad política para que se pongan en marcha herramientas o para denunciar”.

Dotar a las intervenciones de una respuesta coordinada en cluster, entre ellos el de salud, y coordinados por el Comité Permanente interagencias del IASC en 2005, vino, en parte, acelerado, al igual que la reforma de la acción humanitaria, por el maremoto en Indonesia de 2004, ha añadido Angora.

Todos los expertos coinciden en la necesidad de acabar con la instrumentalización de la ayuda humanitaria y en separar la agenda política y militar de la humanitaria. “Es verdad que hemos crecido y nos hemos profesionalizado. Pero podemos hablar de un mal momento en términos humanitarios por el contexto y por el número y gravedad de conflictos y el sufrimiento de la población. Hay una pérdida de referentes en el derecho internacional humanitario y en el derecho de refugio y eso se refleja claramente en los bombardeos de hospitales y en la crisis de refugiados”, ha dicho Noguera.

La ayuda humanitaria vive un mal momento debido a la instrumentalización de la asistencia por parte de los actores políticos

El Ébola ha sido una de las crisis más recientes y ha elevado, según Vila, la sensiblización en torno a las patologías infectocontagiosas. No obstante, la politización de la ayuda humanitaria y el interés global de cerrar filas y asegurar las fronteras llevó a “gastar más recursos en asegurar las fronteras que en el foco. Y hubo un secuestro del discurso humanitario en nombre de una supuesta seguridad”, ha añadido Noguera.

Pese a que ha mejorado la calidad de la asistencia, de las intervenciones y de la coordinación, han empeorado de tal manera las relaciones internacionales, que el contexto internacional no permite realizar la asistencia humanitaria con eficacia y, mucho menos, acceder a las víctimas, han apuntado López y Estébanez. Los expertos recalcan que es necesario prestar atención a crisis como la de los refugiados en Europa, y otras olvidadas como la República Centroafricana, las hambrunas en el cuerno de África y tantas otras...

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